Encuentro con la Eucaristía
- Kimberli Scully

- 5 mar
- 2 Min. de lectura
Kimberli Scully, La Lastra, Tudanca, Spain

La vida antes de conocer a Jesús
Iba a misa, escuchaba algunas cosas en YouTube sobre mi fe, leía un libro o dos sobre nuestra fe, pero no vivía la fe que Jesús creó para nosotros. Pensaba que Jesús estaba allá arriba y yo estaba aquí abajo y que mientras fuera una buena persona e fuera a misa, estaba haciendo lo que Él quería.
El encuentro
En un viaje a Garabandal en septiembre de 2017, asistí a misa como de costumbre. No hablaba ni entendía español, así que estaba siguiendo la misa en mi teléfono en inglés. No estaba muy concentrado y mi mente divagaba bastante.
Cuando llegó el momento de recibir la Eucaristía, me puse en fila. En los EE. UU., la gente va banco por banco de manera ordenada para recibir la Eucaristía. Sin embargo, en España, es una hermosa carrera hacia el altar, casi como si todos no pudieran esperar para recibirlo. A medida que te acercas al frente, este triángulo invertido de personas se canaliza uno por uno hacia un reclinatorio para recibir la Eucaristía en Garabandal. Estaba reflexionando sobre esta manera de recibir cuando interiormente escuché a Jesús decirme: "¿Hasta cuándo me vas a tratar como un bocadillo?".
En un suspiro, me di cuenta de mi falta de comprensión real del profundo regalo que recibí cuando Jesús entró en mi alma, y el profundo significado que tuvo para mi transformación espiritual. En esencia, traté la Eucaristía como un bocadillo, no como el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Cambié para siempre.
El fruto
Desde ese momento, anhelé la Eucaristía con una intensidad que nunca antes había experimentado. El profundo sentido de comunidad y alimento espiritual que sentí durante la celebración de la Eucaristía despertó un profundo deseo dentro de mí de sumergirme completamente en esta conexión sagrada con nuestro Señor.
Para embarcarme en este viaje, busqué recursos y oportunidades para aprender más sobre el Señor y lo que Él quería de mí. Jesús hizo de la permanencia en conexión con Él una misión profundamente personal, para fomentar una relación, no solo una comprensión de la persona de Cristo. Encontré a Cristo, no la idea de Cristo.
A medida que fui avanzando en mi relación con el Señor, comencé a notar cómo la vida y el amor abrían nuevas vías de comprensión y expresión espiritual. Este viaje continúa, lleno de momentos de desafío y alegría, mientras sigo explorando las profundidades de mi fe y la belleza de la Eucaristía. Se ha convertido en una parte vital de mi vida, moldeando mis prácticas espirituales y guiando mis interacciones con otras personas que comparten esta creencia sagrada. A través de este compromiso con el aprendizaje y el crecimiento, me encuentro continuamente atraído hacia la Eucaristía, donde encuentro la presencia de Cristo y el amor de la comunidad de una manera que nutre mi alma y fortalece mi fe.
Si tuvieras la oportunidad de recibir más del Espíritu Santo en tu vida, ¿querrías hacerlo?



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